Este post va dedicado a todos los amantes de los culebrones
y de la novela histórica, en especial a los Sres. Coxis y Peritoni.

En el siglo XIV, dom Pedro se enamoró de Inês de Castro, la hermosísima dama de honor de su esposa, Constança de Castilla. El padre de dom Pedro, el rey Afonso IV, mandó a Inês al exilio para poner fin a esta relación, que ponía en peligro las relaciones con Castilla. Sin embargo, Constanza murió poco tiempo después en un parto, y Pedro e Inês se volvieron a unir y tuvieron numerosos hijos. Persuadido por sus consejeros de que aquella relación era contraria a los intereses del reino, Afonso IV les dejó via libre para asesinar a Inês de Castro, aprovechando una ausencia de dom Pedro, que se encontraba de caza. Loco de ira, éste desencadenó una guerra civil contra los consejeros del rey (1355). Afonso IV tuvo que negociar un armisticio con su hijo y murió poco tiempo después (1357).

Cuenta la leyenda que, recién ascendido al trono, Pedro I de Portugal se vengó inmediatamente de la muerte de Inês haciendo ajusticiar a dos de los consejeros que fueron responsables de la tragedia. Ordenó que a uno le arrancaran el corazón por el pecho y al otro por la espalda, mientras observaba es espectáculo en un banquete. Se decía que dom Pedro llegó a morder aquellos corazones. El tercero de los verdugos escapó a Francia, siendo perdonado por Pedro I de Portugal ya en su lecho de muerte. El nuevo rey mandó que se labrara un suntuoso sarcófago para Inês, y otro para él mismo, e hizo exhumar el cuerpo de su amante. El cadáver fue tocado con una corona, envuelto en un manto púrpura y sentado en un trono. Pedro, convertido en rey, obligó a todos los grandes del reino a besar la mano de la “reina”.

Pedro murió en 1367, reposando sus restos hasta hoy en el Mosteiro de Alcobaça, donde ambos yacen frente a frente, para poderse mirar a los ojos cuando despierten, el día del juicio final.

Con el tiempo, poetas y dramaturgos hicieron numerosas adaptaciones de esta anécdota, que se hizo muy popular. Esto ha contribuído a que, hasta el día de hoy, en la historia de dom Pedro y donha Inês resulte difícil separar la leyenda de la realidad. Algunos cronistas no cuentan nada acerca de la exhumación y la truculenta ceremonia. Algunos historiadores suponen que el origen de esta leyenda puede ser la costumbre que en Portugal había de besar la mano del cadáver de los reyes, o también de que en los siglos XIV y XV las efigies de los reyes, modeladas en cera, se colocaban sobre el túmulo funerario, y tal vez esta efigie de Inés fuera colocada por Pedro en el trono, obligando que a su imagen, y no a su cadáver, se rindieran los homenajes.

PS: leyenda o realidad, el Monasterio de Alcobaça, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y una de las 7 maravilhas de Portugal, merece la pena ser visitado. Y no sólo por las tumbas de dom Pedro y donha Inés. Echadle un ojo a las fotos del link.

15 atrevidos comentarios:

Nils dijo...

Me ha encantado la historia! Bravo!

Shepperdsen dijo...

* Dear Nils, ¡obrigado! pero el mérito es de la Historia de Portugal, de la Guía Trotamundos y de la Wikipedia. Por otro lado, ¿qué mejor manera de gobernar a un reino que acojonar a los súbditos con historias como esta...? Y lo mejor de todo es que con historias mucho menos densas se hacen culebrones de 300 episodios.

Peritoni dijo...

Muchas gracias por la dedicatoria. Qué mejor que un culebrón basado en hechos reales Reales. Prefiero creer que era el cadáver de la bella amada sentado en el trono medio descompuesto, perfumado y vestido con sus mejores galas. Imaginar a los nobles con la nariz tapada disimuladamente con pañuelillos perfumados mientras se acercaban a la reina en presencia de su señor. Doblar la rodilla, coger la mano muerta y llevársela a los labios...

Preciosa y morbosa historia.

Peritoni dijo...

Y nos quedó este palacio para la próxima visita a Portugal.

Sr_Skyzos dijo...

Y yo me sigo preguntando cómo explicarían en ese libro "para niños" que vendían en el monasterio el capítulo del besamanos... No hay Disney que lo pueda suavizar.

la nena dijo...

No tenia ni idea de esa hitoria!!

Yo estoy con la teor�a de que fue el cad�ver lo que hicieron besar. Lo otro ser�a muy de Disney y los lusos en esa epoca seguro que no se andaban con chiquitas....

Anónimo dijo...

Fue uno de los sitios ke más me encantó de Portugal,pero no tenía ni idea de la historia de los personajes allí esculpidos. Y mira ke es bonita...Pero ke triste....

Churru dijo...

Truculenta y apasionante la historia, y muy bonito el monasterio. Aunque ver los dos catafalcos ahí, observándose en la distancia me da yuyiyo jaja.

Reputada dijo...

Ays que yo he estado ahí y no me sabía la historia, virgencita qué bonita si se me saltaban las lágrimas y to, es que estoy un poco sensible con lo de la dieta y la abstemiez, snif.

Shepperdsen dijo...

* Dear Peritoni, de nada :D, yo también me quedo con esa versión de la historia/leyenda. Mucho mejor, dónde va a parar.

* Dear Sr.Skyzos, yo también me quedo con la duda.

* Dear LaNena, jeje, estoy viendo que sois todos igual de morbosos que yo...

* Dear MM, triste, triste, y muy salvaje. ¡Cómo deben estar las cabezas para terminar así!

* Dear Churru, más yuyu da al natural, con la humedad del monasterio y demás elementos escénicos.

* Dear Reput, la entiendo perfectamente, a pesar de que no esté haciendo dieta ni volviendo a la abstemiez, que debería.

coxis dijo...

con un vergonzante retraso digo:

MUCHÍSIMAS GRACIAS POR LA DEDICATORIA

Y Madre Mía, vaya historia... éso sí que es un amour fou y lo demás son tonterías...

Shepperdsen dijo...

* Dear Coxis, muchísimas de nadas, ¿a que se podría hacer un buen culebrón "de época" con esta historia?

Isabel Sira dijo...

Bonista historia, truculenta y sangrienta a la vez, pero es que las pasiones humanas son así (aunque yo suelo evitar la sangre, la verdad).

Shepperdsen dijo...

* Dear Arwen, sí, es conveniente evitarla. Incluso "en esos días".

Isabel Sira dijo...

ja ja ja ja, qué resalao que eres shepperdsen, ja ja ja.