martes, 5 de febrero de 2008

Catastrofismo periodístico

Mensajes autodestructivos y catastrofistas lanzados por El Mundo en la última campaña: España se rompe. La izquierda vende Navarra. El ataque a la familia. El lobby gay acaba con las bases de nuestra sociedad. España hace el ridículo en Eurovisión.

Mensajes catastrofista lanzado por El País esta misma mañana: Es el fin del mundo libre tal y como lo conocíamos, ¡¡Microsoft quiere comprar Yahoo!! Y si no se lo creen, miren la captura de pantalla con los efectos de las revueltas provocadas por la noticia (click en la imagen).


Perdonad que no me prodigue mucho, pero no estoy muy inspirado lately. Llegarán tiempos mejores. Además, el sábado, como Pasaelmocho, recibí una llamada de Mariano de la cual aún no me he recuperado.

3 atrevidos comentarios:

Mocho dijo...

¿era también desde Francia?

Se me había ocurrido que podíamos entrar todos en la web esa y poner números de teléfono de Estados Unidos, AUstralia, Thailandia...

pero creo que ya no tienen saldo.

Isabel Sira dijo...

Vanas excusas para dejarnos sin tus anécdotas...
Por cierto,¿nunca te dije que lo mejor para vivir sano y feliz es no leer nunca un periódico ni ver un telediario? Desde que dejé la profesión (periodística, se entiende) soy feliz en mi más absoluto desconocimiento del mundo. Me preocupan los demás, pero prefiero mirar desde mi posición y actuar en consecuencia...
Besines

Shepperdsen dijo...

* Dear Mocho, era de Francia... y me pasé un buen rato pensando en quién c*ño podía ser... Una pena que se hayan quedado sin saldo, con las ganas que tienen de volver a manejar los cuartos de los españoles y la manera más tonta en la que se están gastando los suyos propios...

* Dear Arwen, desde que estoy aquí, leer ElPaís (bueno, ver las noticias de portada y las más leídas, y los comentarios) 5 veces por día se ha vuelto algo imprescindible pa mí. Para que no me acusen de sectario, también echo un ojo a ElMundo, que está bien eso de comparar. Eso sí, a escuchar a Fede no llego, porque eso sí que me sube la tensión y me acelera el pulso peligrosamente. Yo creo que hasta me engorda, jatetú.