domingo, 23 de noviembre de 2008

El Alto de Ajuda (I): la Real Barraca

En el s.XVIII, unos terrenos cercanos a Belém fueron comprados con la intención de construir un palacio de verano para la familia real. Pero el 1 de noviembre de 1755, el suelo de Lisboa tembló durante seis largos minutos, olas gigantes inundaron la ciudad varias veces y lo poco que quedaba en pie fue pasto de las llamas de los incendios que siguieron durante los días siguientes. Se calcula que la intensidad del terremoto fue de entre 9 y 10 en la escala Richter. El 90% de la ciudad fue destruída y se perdieron cerca de 100.000 vidas. No es de extrañar que la población desarrollara una fobia a vivir bajo techo, por miedo a las réplicas. El Rei D. José I de Portugal no fue ajeno a esa fobia. De hecho, la familia real salvó la vida de casualidad. La hija menor pidió pasar el día de todos los santos fuera de la ciudad, por lo que acudieron temprano a misa y de allí partieron a Belem, donde los efectos del terremoto se sintieron mucho más levemente.

El saviour earthquake, no fue tan saviour...

El Rey, un poco más pallá que pacá, se negó a partir de entonces a vivir en edificios de ladrillo. Para real disfrute mandó que se construyera en el Alto da Ajuda un palacio de madera al que llamó: Real Barraca o Paço de Madeira. Pero nada que ver con lo que estáis pensando. Ideado por importantes arquitectos de la época, además de resistente a movimientos de tierra, fue decorado con los mejores muebles, tapizados, pinturas y joyas. Era una estructura grandiosa en la que tuvo su sede la corte portuguesa durante tres décadas, en una atmósfera de lujo alimentada gracias a las riquezas traídas del Brasil.

Pero es lo que tiene la madera. Que arde. En 1794, un descuido de un criado con una vela provocó un incendio que la destruyó por completo. Sólo se salvaría de la estructura original la Torre da Paroquial (o Torre del Gallo) que aún se encuentra en aquél lugar, en el que fue construído otro palacio...

(To be continued)



11 atrevidos comentarios:

Anónimo dijo...

Esperaremos, esperaremos...

Sr_Skyzos dijo...

O sea que la torre ésa es de madera, ¿no? Jo, y nosotros sin saberlo cuando fuimos.

Por cierto, que expliques cómo coño fue el simulacro del finde pasado.

Gesualdo dijo...

Mira esa historia no me la sabía yo.

Y eso, cuéntanos lo del simulacro que suelen ser muy graciosos, en mi empresa hicimos uno de incendio com bomberos, hospital de camapaña, equipo de descontaminación NBQ y hasta heridos de pega, pero como había niebla el helicóptero que tenía que venir no vino, coño ¿Y si llega a ser de verdad?

Peritoni dijo...

Vaya, eso no lo sabía. Pero oyes, la torre esa es de piedra ¿no?.

Shepperdsen dijo...

* Dear Luis, ya viene de camino.

* Dear Sr.Skyzos, la verdad es que no lo sé. Yo creo que la torre is not made of wood. Lo mismo sólo la estructura. Yo lo he traducido todo directamente de donde lo leí.

*Dear Gesualdo, por si acaso, los días de niebla trabaje cerca de la salida, no sea que tenga que pegarse una carrera...

*Dear Peri, credo que sí.

Isabel Sira dijo...

Intrigaíta m'as dejao (olé las patás al diccionario). Esperaremos pues.

Anónimo dijo...

Muy interesante el post y tu blog en general.
Lo iré siguiendo.

http://miscosotas.blogspot.com

Anónimo dijo...

Que sepa que su simulacro de terremoto ha dado mucho tema de conversación a más de uno... y de dos!

Anónimo dijo...

Anda!Pos esa historia también sale en la exposición de Floridablanca, porke son contemporáneos.

MEG dijo...

Nadie te compra la máquina de escribir...

Shepperdsen dijo...

* Dear Arwen, bueno, bueno, tpco es para tanto. En seguida viene la continuación.

* Dear Marcos, obrigado.

* Dear Escriba, eso se merece una explicación... cuente, cuente.

* Dear MM, aaaro. Bueno, contemporáneos sí, pero seguro que tan idos de la olla no...

* Dear Meg, sinseramente, hace muchos años que perdí la esperanza de que ese regalo rindiera algún beneficio a la humanidad. O por lo menos a mí ;).