jueves, 3 de mayo de 2007

Juegos de Niños I: la masturbación

Estas semanas me he estado leyendo un libro que me auto-regalé por mi cumpleaños: “Juegos de Niños”, de Tom Perrotta. No es que sea gran cosa (no quiero que nadie se lo lea por mi culpa y luego me venga con que le ha decepcionado...) pero sí quiero aprovechar un par de fragmentos para dos posts. Aquí va el primero.

Aaron se había descubierto el pene. Siempre que tenía un momento libre –cuando estaba viendo la tele o escuchando un cuento-, su mano descendía y la cara se le distendía con aire soñador. Esta nueva afición coincidió con un súbito paso adelante en su adiestramiento defecatorio que le permitió llevar calzoncillos de niño mayor, sólo en casa, durante el día (por la noche, así como en la siesta o en público, seguía necesitando la seguridad del pañal). Debido a que con frecuencia tenía que correr al baño en el último instante, prefería no llevar pantalón encima de la ropa interior, y esta combinación de acceso rápido y cintura elástica propició una suerte de invitación al tacto que al niño le costaba resistir.

Tras haber leído en libros que la masturbación infantil era una actividad común e inofensiva –y con la convicción de que todo individuo tiene un derecho soberano de propiedad sobre su cuerpo-, Todd y Kathy habían decidido no inmiscuirse en las exploraciones del niño. Pero a veces no lo veían claro.

-¿Tú hacías eso de pequeño? –preguntó Kathy. Estaban en el pasillo observando a Aaron, que acariciaba distraído su pequeño órgano viril mientras veía un vídeo de Clifford, el perro pelirrojo.

-Creo que no –dijo Todd. Le costaba recordar cosas concretas de su primera infancia. Cuando lo intentaba, sólo conseguía evocar la cara de su madre mirándolo mientras lo arropaba en la cama, una presencia luminosa, afectuosa y enorme que a veces todavía sentía en los límites de su percepción.

-Yo no, desde luego –repuso Kathy-. Mi madre solía decirme que lo de abajo era sucio y que nunca me lo tocara. Claro que tampoco me dejaba chuparme el dedo gordo. Me lo embadurnaba con una cosa asquerosa para que no me lo chupara por la noche.

¿Algo que añadir, personas del mundo? A mí me hace mucha gracia lo de “lo de abajo es sucio, nunca te lo toques”. A mí una vez me dijeron que no me lo tocara, que se ponía duro y se hacía más grande... Por lo menos no me mintieron.

10 atrevidos comentarios:

Sr_Skyzos dijo...

Hay una película de Chus Gutierrez que se llama "Sexo oral". Va de entrevistas a gente desconocida (y un Santiago Seguro pre-torrente) sobre sus experiencias con el sexo, y todo lo que conlleva. Es bastante gracioso, porque hay gente de todas las edades. A mí me resultó divertida la experiencia de una anciana que, de niña no paraba de trepar y dejarse deslizar por una parra, ya que los nudos del tronco le hacían cosquillas "ahí abajo"...

Y el sábado pasado, en el programa de sexo de La Sexta, en una sección parecida a la película, una chica de unos 22 años contaba -con su madre delante- que tuvo que explicarle a su madre lo que era el clítoris... madre que ha agradecido las clases de anatomía. La pobre, que seguro que nunca tuvo un orgasmo acompañada...

Y que no lo digo con retintín, sino que nadie mejor que uno mismo para conocer su propio cuerpo.

Peibols dijo...

Yo no recuerdo tocarme de pequeño.

Recuerdo que una de mis primeras "fantasías eróticas" la tuve viendo El Nombre de la Rosa cuando Slater se tira a la paupérrima.

Todo lo demás lo aprendí en el cole.
Que buenos son los hermanos salesianos.. que buenos son, que nos llevan de excursión

la nena dijo...

YO creo que aprendí sola, pero tampoco tengo recuerdos asi cuando era pequeñita...
Aunque hubo un día con la presión de la ducha que....

Meg dijo...

De pequeñita no tengo recuerdos, pero sí de más mayor, ya hecha la comunión, con eso de la ducha...

Pero mi hermano sí que se tocaba mientras veía La Bola de Dragón y mi abuela le decía "cochino". De mi hermana tampoco recuerdo nada, quizá porque las niñas son más pudorosas.

Mi vecino Álvaro (que lo suyo es para que tenga blog propio) pasó hasta hace poco por una etapa Shin-Chan: a todas horas iba en ropa interior en casa (en verano) y aprovechaba para enseñarte el culo o la colita -como dice él-). Su madre estaba harta. La etapa se le ha pasado sola.

Shepperdsen dijo...

Me veo obligado a decir, en estos momentos, que siento muchísimo no estar en España y poder tragarme los chorrocientos reportajes especiales que se dedicarán a la Pantoja en tan magna ocasión. La viuda de España, la tonadillera de oro, entre rejas...
Ains de verdad, estas cosas no se pagan con dinero... Bueno sí, que le ha costao 90000 Eus. salir.

Respondiendo
* Dear Skyzos, espero que usted no se me queje con el tema... que yo siempre intento que quede usted satisfecho.

*Dear Pei, en el cole se aprende mucho, máxime si es de pago, sobre todo si es de curas, ya se sabe, no hay mejor educaçao! Ains, yo que tenía un sentimiento de culpa religioso muy exaltado cerraba los ojos cuando se veía una teta o un culo en la tele. Curiosamente, no estoy seguro si lo hacía cuando veía una "pilila"...

*Dear Meg and La Nena, la ducha es un tema, pero no sólo para las mujeres... creo que los hombres nos saltamos lo de la ducha, y no estaría nada mal que le dedicáramos unos minutos de nuestro tiempo. Y es que la infancia, no me lo negarán, es para disfrutarla sin complicaciones...

Anónimo dijo...

Después de leer esto he tenido que rezar 4765 dios Substractivo nuestro y 6575 ave mi tía...¡¡¡pero de lo que se entera uno!!!.

P.D.:Ya sé porqqué tengo 6 dioptrías en cada ojo y me apunto lo de la ducha.

Shepperdsen dijo...

* Dear Negro-ciego, me comenta usted muy temprano, ¿madruga o trasnocha? Si fuera cierto lo que por ahí se dice, más de uno estaríamos vendiendo cupones de la ONCE...

Anónimo dijo...

Se me ocurrió hacerte una visitica antes de ir a trabajar pa despejarme la neurona...¡¡y funcionó con este temica!!. Menos mal que en seguida me enfrié viendo a trabajadores en la fábrica.

Anónimo dijo...

Decir que no todos los afiliados a la ONCE, como es mi caso, estamos jodidos de la vista gracias a las pajicas (tendre que preguntarselo a mis compañeros de ONCE si ellos son deficientes visuales por las pajicas). Va ser que no, es gracias a la herencia, es decir, a la puta genética que vamos hacer...y yo digo no podrían haber dicho lo de como sigas tocandote te vas a quedar sordo por ejemplo...igual con lo de los granos pajerienses.

Saludos y que estés bien por aquellos lugares lusitanos...

Extremista dijo: "Danzaremos sobre sus tumbas....."

Shepperdsen dijo...

Que digo, que no era mi intención la de llamarle pajillero, Sr. Extremista. Y mire usted, yo, que sí lo soy, por obligaçao, no me estoy quedando -muy- ciego, no he tenido granos en la vida, me ha salido una verruga en un dedo, si llueve y me mojo me resfrío -como los demás-, estoy ligeramente teniente y a veces se me va la pinza... Pero no sabría a qué achacarlo. Lo dicho, que pajillero y tó, soy una joya.